A mitad de mis treinta años, después de muchos antidepresivos y ansiolíticos - porque sí estoy loca - puedo retomar la escritura pública de manera manejable. Porque la síndrome de la impostora está un poco más controlada y porque a la finales igual me llega a la punta del ojete lo que piensan o van a pensar de mi. Aquí escribo por placer y como me sale del culo, escribo para pensarme y repensarme, pero a la vez para mantenerme en pie, porque cuerda no quiero estar. Escribo para dejar constancia, por estos medios, de mi paso por esta tierra y que esta voz no se pierda en el olvido. Escribo para ser recordada. Hace unas semanas he cerrado mi facebook, me han dicho que ya no da rating y que ahora como todo es vintage es mejor regresar a esta plataforma. Así que, por aquí estaré compartiendo más contenido sobre lo que a mí se me de la gana. Y punto. Agradezco al valioso público por leer estas líneas. Háganmelo saber. Mere Rivera.